El Laverinto Del Eclipse-Chapter 10: Capítulo 4 – La Cacería Comienza

El amanecer llegó demasiado rápido.

Kai, Lía, Iván, Dante y Mara estaban listos en la entrada del asentamiento. Cinco exploradores armados, con mochilas ligeras y el peso del miedo en la espalda.

Dante ajustó su rifle y miró al grupo.

—Nos moveremos rápido. Si algo nos sigue, quiero saberlo antes de que nos atrape.

Iván escupió al suelo.

—Espero que tengamos mejor suerte que Roan.

El grupo avanzó entre las ruinas de la carretera. El mundo a su alrededor era un cementerio de autos oxidados y edificios derrumbados. Lía caminaba cerca de Kai, con la mirada en los restos del pasado.

—¿Crees que lo que estamos buscando... sea peor que los infectados? —susurró.

Kai no respondió. Tenía un mal presentimiento.

Horas después – El Descubrimiento

El grupo llegó a los restos de un antiguo puesto de avanzada. Las paredes estaban cubiertas de marcas de garras. Sangre seca. Huellas que no parecían humanas.

Mara se arrodilló y tocó el suelo.

—No estamos tratando con infectados normales.

Dante frunció el ceño.

—Explícate.

Mara señaló las huellas.

—Estos rastros son más grandes que los de un humano. Pero la forma... es diferente. No es solo un mutante. Es algo más.

Kai sintió un escalofrío.

—¿Crees que sea una nueva evolución del virus?

Iván bufó.

—O peor... algo que no pertenece a los infectados.

Entonces escucharon el ruido.

Un sonido bajo, gutural.

Grrrrr...

El grupo se tensó.

Kai levantó su rifle, apuntando hacia los escombros.

—Mierda...

De entre las sombras emergió algo.

Una silueta esquelética, de piel tensa y grisácea. Sus ojos eran completamente negros, como pozos sin fondo. Sus extremidades eran demasiado largas, con dedos afilados como garras.

No se movía como un infectado. Se movía como un depredador.

Lía tragó saliva.

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—Eso no es humano...

Iván levantó su rifle.

—¡Disparen!

Los disparos retumbaron en el aire.

Las balas impactaron en la criatura... pero esta apenas se tambaleó.

Y entonces, se lanzó hacia ellos con una velocidad aterradora.

Caos y Sangre

Mara gritó cuando la criatura saltó sobre ella.

—¡NO!

Kai corrió, desenfundando su cuchillo y clavándolo en el cuello del monstruo. Pero la criatura lo ignoró.

Con un solo movimiento, Mara fue lanzada contra una pared.

CRACK.

El sonido de huesos rompiéndose heló la sangre de todos.

Mara cayó al suelo, con la cabeza en un ángulo antinatural. Muerta.

Lía disparó desesperada.

—¡MALDITA SEA!

La criatura gruñó y giró la cabeza lentamente. Sus ojos sin alma se fijaron en ellos.

Kai sintió un frío helado en su pecho.

Esto no era un infectado. Era algo peor.

Dante gritó.

—¡CORRAN!

El grupo huyó entre los escombros, pero la criatura los seguía.

Era rápida. Demasiado rápida.

Si no encontraban refugio pronto... estarían muertos.